Pensamientos Encontrados
Parece mentira pero a lo largo de la vida respondemos erróneamente varias veces a una misma pregunta, aún sabiendo la respuesta correcta. Pero en ese momento crees que la respuesta ha cambiado, y nunca es así. También conocido como "el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra".
Aunque sean las 3 y media de la mañana y acabe de empezar a recoger todo lo que he almacenado en esta habitación, no hay tiempo para el sueño ni el cansancio, sólo para la reflexión, de todo lo que he hecho bien y lo que he hecho mal. Hay momentos que pienso que no cambiaría nada de lo que he hecho en mi vida. Que si tuviera el poder de ir hacia alante o hacia atrás en el tiempo, sólo iría al futuro para arreglar cosas que haré mal para poder corregirlas. Ahora pienso lo contrario, que he hecho cosas mal, que debería de retroceder en el tiempo para cambiar el curso de mi vida. Es el cuento del vaso medio vacío o medio lleno. ¿Quién se va a creer el cuento de que soy pesimista?
Y no es que esté triste por irme de Burdeos porque se haya acabado mi Erasmus. Todo tiene su final y este ha llegado para esta etapa. Ahora comienza una nueva, al igual que empezó el día que llegué a Madrid cuando sólo conocía a Alicia y a Suiti, o a Burdeos, o a París. Son etapas que empezaron y que se terminaron. Ahora toca disfrutar de los carnavales, sacarme el carnet de conducir y hacer otras varias. Estoy por hacerme una lista con cosas que quiero hacer, para estar ilusionado por lograr objetivos, porque a veces pienso que no tengo marcado ninguno, y sí que los tengo. Irme de Interrail. Aprender otro idioma. Crear una empresa. Vivir en Cádiz.
La pared está ahora semi desnuda y en la mesa tengo apilada un montón de chorradas, desde un Trivial de Jorge, botellines de cerveza vacíos y las fotos que acabo de despegar de la pared. Voy a seguir metiendo cosas en la maleta porque si sigo escribiendo no se van a meter solas.
¿Pensamientos encontrados o Sentimientos encontrados? Tengo ganas de meterme en la cama, levantarme, recorrer 1400 kilómetros y olvidarme poco a poco de tantas piedras con las que he tropezado. Una y otra vez.
4 de la mañana. Las fotos no se despegan. Es irónico, siempre tenía que ir estrujándolas a la pared porque se caían y más de una mañana me encontraba la imagen sonriente de mi padre con una pajarita nada más despertar. Ahora me he quedado mirando a la que tengo de la vez que nos disfrazamos de los Hermanos Marx. Y recuerdo la tontería por la que José Luis y el Manda se pelearon. Qué absurdo. Aunque dentro de tanta melancolía, recuerdo que Jorge, Farly y Javito se vienen la semana que viene para darlo todo en los Carnavales (¿disfrazados de Braveheart?), a ver donde los meto, que con las obras en la casa me veo acampando con ellos en el jardín :)
4:30. Al final conseguí quitar todo lo que había en la pared, fotos, lámina, carteles y bandera.
5:30. Jorge me va a matar, no pensaba que tuviera tantas cosas en la habitación.
Esto es todo.
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